El origen de la luz
11/11/2022
La luz natural es un elemento fundamental en la arquitectura, ya que tiene un impacto significativo en el bienestar, la seguridad y la eficiencia energética de los edificios.
Beneficios de la luz natural
La luz natural tiene numerosos beneficios para la salud y el bienestar de las personas, entre los que se incluyen:
Mejora el estado de ánimo: La luz natural ayuda a regular los ritmos circadianos, que son los ciclos naturales de sueño y vigilia. Esto puede ayudar a las personas a sentirse más alerta y con más energía durante el día.
Reduce el estrés: La luz natural ayuda a reducir los niveles de cortisol, una hormona que está relacionada con el estrés.
Mejora la productividad: La luz natural ha demostrado aumentar la productividad en el trabajo.
Mejora la salud visual: La luz natural ayuda a reducir la fatiga visual y a mejorar la visión.
Cómo aprovechar la luz natural en la arquitectura
Hay una serie de factores que los arquitectos deben tener en cuenta para aprovechar al máximo la luz natural en los edificios, entre los que se incluyen:
La orientación del edificio: La orientación del edificio puede influir en la cantidad de luz natural que entra en el interior. Los edificios orientados al sur suelen recibir más luz solar durante el día.
El tamaño y la disposición de las ventanas: Las ventanas grandes permiten que entre más luz natural en el interior. Sin embargo, las ventanas demasiado grandes pueden causar deslumbramientos.
El uso de materiales reflectantes: Los materiales reflectantes, como el vidrio y los espejos, pueden ayudar a reflejar la luz natural y distribuirla por todo el interior del edificio.
Protección solar regulable
En los edificios con grandes ventanales, es importante utilizar protección solar regulable para evitar los deslumbramientos y el exceso de calor. Las cortinas, las persianas y los toldos son algunos ejemplos de protección solar regulable.
¿Cómo influye el ángulo de incidencia solar en la luz natural?
El ángulo de incidencia solar es el ángulo que forman los rayos del sol con una superficie. Este ángulo depende de la posición del sol en el cielo, que a su vez depende de la latitud geográfica, la época del año y la hora del día.
En general, el ángulo de incidencia solar es menor en invierno y mayor en verano. Esto se debe a que la inclinación del eje de la Tierra cambia a lo largo del año. En invierno, el eje de la Tierra está más inclinado hacia el sol, por lo que los rayos del sol llegan a la Tierra con un ángulo menor. En verano, el eje de la Tierra está menos inclinado hacia el sol, por lo que los rayos del sol llegan a la Tierra con un ángulo mayor.
El ángulo de incidencia solar también influye en la cantidad de luz natural que llega a un edificio. Cuanto mayor sea el ángulo de incidencia solar, mayor será la cantidad de luz natural que llega al edificio. Esto se debe a que los rayos del sol tienen que atravesar menos atmósfera para llegar al edificio.
¿Cómo afecta el ángulo de incidencia solar a la luz natural en el trabajo?
El ángulo de incidencia solar puede tener un impacto significativo en la luz natural en el trabajo. En general, un ángulo de incidencia solar menor puede causar deslumbramiento, mientras que un ángulo de incidencia solar mayor puede causar problemas de calefacción.
Para evitar el deslumbramiento, es importante colocar las ventanas de modo que los rayos del sol no incidan directamente sobre las superficies de trabajo. Para evitar problemas de calefacción, es importante utilizar protección solar para reducir la entrada de calor.
Factores que influyen en el ángulo de incidencia solar
El ángulo de incidencia solar está influenciado por los siguientes factores:
La latitud geográfica: A medida que nos acercamos al ecuador, el ángulo de incidencia solar aumenta.
La época del año: En invierno, el ángulo de incidencia solar es menor que en verano.
La hora del día: En la mañana y la tarde, el ángulo de incidencia solar es menor que al mediodía.
La ubicación del edificio: La ubicación del edificio también puede influir en el ángulo de incidencia solar. Por ejemplo, un edificio ubicado en una zona montañosa puede tener un ángulo de incidencia solar menor que un edificio ubicado en una zona plana.